lunes, enero 30, 2006

Más sobre contenidos en abierto

Un detalle. En una entrada anterior venía a decir algo así como que me gustaría que la emisión en abierto convirtiera automáticamente los contenidos a dominio público, y no creo que me haya explicado correctamente. En realidad, sólo lo he comentado de pasada porque, en el mundo real soy incapaz de convencer a nadie de esto. Pero voy a intentarlo una vez más. En resumen, una empresa no debe poder utilizar recursos públicos para su propio beneficio sin ceder algo al público en el proceso. Y hablando de la televisión pública, ese algo debe ser la "propiedad" de la emisión.

Ejemplo uno. Volvamos al principio. Consideremos una empresa que se dedica a algún tipo de actividad, digamos que fabrica coches, y que una vez preparados necesita moverlos entre la fábrica y los puntos de venta. Así que los sube a un tráiler de 16 ejes y los transporta por una combinación de carreteras estatales, autovías y autopistas. ¿Existe algún inconveniente para que utilice un recurso público (la carretera) en aumentar el valor de su producto (la disponibilidad en puntos de venta remotos)? Creo que no. Pero tal empresa tampoco tiene privilegios respecto a los conductores habituales que cogen el coche a diario para acercarse al trabajo; tiene que respetar las reglas de tráfico, detenerse en los semáforos, ceder el paso cuando no tenga preferencia, no superar los límites de velocidad... Es decir, hace un uso legítimo del recurso público.

Supongamos ahora que acaba de terminar un modelo experimental de coche y que quiere probarlo en condiciones normales de conducción para tomar medidas de rendimiento. Naturalmente al mismo tiempo no quiere que sus competidores tengan ninguna posibilidad de evaluarlo. Así que solicita a la Diputación de Lugo que les reserve para ellos solos la mitad norte de las carreteras de la provincia durante 24 horas, que pagan lo que sea, pero que al mismo tiempo ponga a la policía local a vigilar esas carreteras para que ninguna persona pueda acercarse para tomar fotos, vídeos o apuntes de ese coche especial. ¿Puede la Diputación de Lugo, la Xunta de Galicia, el Ministerio de Industria o quien sea dar esa orden? ¡Oh! ¡No! Es impensable reservar un recurso público, y además querer utilizar las fuerzas de orden público para ello, en beneficio de una sola empresa mientras se molesta al resto del público que lo utiliza habitualmente por mucho que paguen. Otra cosa es si se dirigen a una empresa privada, por ejemplo los gestores de una autopista, y llegan a un acuerdo. Con los recursos privados que hagan lo que quieran.

Pero ¡espera! puedes estar pensando "Las autopistas sí que existen y se basan en que empresas privadas utilizan propiedades de la Administración pública incluso con expropiación forzosa de particulares para beneficio personal". Ya, pero es un caso extremo, donde la Administración llega a un acuerdo con una empresa para cubrir una necesidad (crear vías de comunicación) que no puede llevar a cabo en solitario, le cede terrenos y el derecho de explotación durante unos años, pero con la condición de que al final la propiedad de la autopista pasa a ser pública y se convierte en autovía para beneficio de todos. Es decir, se admite la explotación comercial pero si al final el beneficiado directo es el público.

Ejemplo dos. Soy un asesor financiero y me reúno con mis clientes en un parque, al aire libre, porque no tengo despacho propio. Allí les doy evaluaciones del mercado, informo de nuevos productos interesantes y construyo para ellos carteras de valores a medio plazo. Un día, discutiendo con un cliente sobre su expediente financiero de forma confidencial se me escapan unos datos que son oídos por un paseante del parque, que lo conoce y le tiene manía, y los utiliza para demandarlo por fraude fiscal. ¿Quién es el culpable? ¿Yo, el defraudador o el vecino chivato? Por si acaso, a partir de ese momento exijo a la policía local que me asigne a un agente para mantener alejados a los indeseables cuando estoy reunido con mis clientes en el parque, que para eso pago mis impuestos y el derecho a la intimidad se recoge en algún sitio de la Constitución. ¿Puede hacerlo la policía? ¡Oh! ¡No! El parque es de todos por igual. Si hago negocios allí tengo que aguantarme. Pero si me voy a una cafetería puedo pedirle al dueño para que me reserve una zona privada y que mantenga al resto de la gente apartada. Otra vez es una diferencia entre recursos públicos y privados.

Ejemplo tres. Como estoy en paro me dedico a leer periódicos en la biblioteca pública, y me doy cuenta de que cada vez hay más teléfonos en la sección de contactos. Se me ocurre una idea. Me dedico a recopilar los números de teléfono durante meses, actualizándolos cada vez que aparece uno nuevo, o dándolos de baja si uno desaparece por más de cuatro semanas, y pongo el listado disponible en Internet. Y mi página empieza a recibir visitas. Así que básicamente lo que estoy haciendo es añadir valor respecto a los periódicos. No sólo tengo la misma información que ellos, sino que tengo la de todos ellos, puede buscarse cómodamente en ella, puede cruzarse para ver qué anuncios usan los mismo teléfonos y descubrir profesionales del negocio, puede hacerse una estadística de qué es lo que piden los clientes según los atributos que más se ofrecen. Y al principio los periódicos no se molestan y los anunciantes encantados. Pero de repente empiezan a notar una disminución en la demanda de esos anuncios, porque se están anunciando gratis en Internet y ya no necesitan invertir tanto en publicidad. Y me empiezan a amenazar con demandas por utilizar su "propiedad intelectual" sin permiso. Pero es que se me ocurre otra idea genial más. Empiezo a preparar esos listados para programarlos automáticamente en las centralitas telefónicas de empresas, o en los teléfonos particulares, de manera que las empresas puedan impedir que sus empleados llamen a esos teléfonos desde la oficina y que los padres puedan hacer lo mismo en casa con las llamadas de sus hijos. Y ahora son los anunciados los que ven una disminución de ganancias (porque ya no se pueden hacer en horas de oficina) y los que empiezan a molestarse con mi página. ¿Pueden demandarme? Los datos están disponibles para todo el mundo que compre el periódico. ¿Qué tiene de malo en que yo los reúna? Además de que se me ha ocurrido a mí primero, claro, y que me he llevado el gato al agua. Es información pública. Si quieren comunicar con sus clientes en privado, que no utilicen un canal en abierto. Que llamen por teléfono a cada casa ofreciéndose, que publiquen los anuncios en revistas especializadas, que los distribuyan en sex shops... es decir, en canales especiales.


Entonces, en el caso original, donde me dedico a grabar televisión, quitar los anuncios y ponerla a disposición de quien la quiera en Internet, identifico las emisiones en abierto sobre el espectro radioeléctrico como el recurso público, las cadenas que las emiten como aquellos que quieren excederse en su interpretación de sus derechos pretendiendo utilizar el recurso en exclusiva y que además se les proteja aplicando a lo salvaje la Ley, y los abonados como los que se benefician de que lo emitido por canales públicos sea transformado en algo de mayor valor. ¿Que una cadena quiere proteger su emisión? Que emita codificado, que se necesite un decodificador para acceder a ella. Que se le exija a la cadena que realice un esfuerzo consciente para protegerla. Que no puedan invocar la Ley para proteger un vaso de agua en el mar si no aportan ellos mismos la botella. Naturalmente eso le exige a la cadena un enorme esfuerzo económico en publicidad para convencer a montones de personas de que compren su decodificador, convencer a los anunciantes de que tienen clientes suficientes para hacer atractiva la emisión (y por tanto, conseguir más dinero para conseguir mejor programación, atraer clientes... etc), y convencer a sus inversores de que son un negocio rentable.

Naturalmente hoy día es más fácil para las cadenas porque a nadie le sorprende tener que ceder recursos públicos para que otros los exploten sin dar nada a cambio... ¡Oh! Se me olvidaba. Sí que están dando algo, ya que la "protección intelectual" termina obligatoriamente en poco más de un siglo, así que en algún momento podremos usarlas. Aunque todavía no podemos ver emisiones de dominio público porque ni siquiera ha pasado ese tiempo desde las primeras emisiones... decía, que si quieren emitir en abierto y aprovecharse de que el Estado ha desplegado receptores en cada casa apelando al derecho a la cultura y a la educación, tiene que pagar algo. Y lo único que pueden ofrecer es la "propiedad" de sus emisiones, pero ya, sin esperas. Así que lo lógico sería que si emiten en abierto es porque están ofreciendo también los "derechos" que reservaban para ellos. ¿Me equivoco mucho? No digo que hoy se haga así, sino que sería más lógico, más justo, más cívico, más acorde con el espíritu de los tiempos.