Gráficos sencillos para educar a los niños y a los jueces

Si la SGAE se permite hacer cursos de reciclaje para jueces, supongo que de modo totalmente altruista y todo eso, sin intentar influir para nada respecto a la interpretación de la legislación actual en materia de propiedad intelectual, que beneficia a los ciudadanos por encima de los mercaderes de la música (al igual que las compañías farmacéuticas hacen cursos para médicos y su familia, les proporcionan vacaciones pagadas, los inundan de regalos... sólo para formarlos, sin pedir nada a cambio), se puede hacer lo mismo para dar el otro punto de vista. Pero como no tenemos tanto dinero como ellos para... ¿sobornos? (sobornar: corromper con dádivas; corromper: alterar, viciar, pudrir.) habrá que intentar otras vías.

Se pueden educar a base de cómics, para que esos señores no se cansen de leer, ya que los dibujitos graciosos nos entran mejor que los razonamientos crudos. Esto es un pirata y se reconoce por el parche en el ojo y el loro en el hombro. Esto es un empresario de la música (un editor-distribuidor del monopolio musical) y se reconoce porque bloquea cualquier iniciativa que ponga en peligro su control de los medios de promoción mediante falsedades o distribuyendo dinero aquí y allí. Y éstos son músicos de dos categorías básicas: los que piensan que como han sacado un disco al mercado ya pueden vivir de él para siempre sin volver a trabajar, y se reconocen porque saben decir sin reirse "la música se muere, ayúdame" o "los discos no son caros, porque detrás hay un equipo de 50 personas", y aquellos que serían felices con poder vivir de dar conciertos todas las semanas, pero que casi nadie conoce porque están vetados en los medios de comunicación ya que los señores empresarios no sacan suficientes beneficios de ellos. Tienen telarañas en los bolsillos y sobreviven de poner copas a los primeros. Y esto representa a un consumidor, que aprovecha que el P2P es legal en España para descargar episodios de Lost que no llegarán a las tiendas hasta dentro de dos años, cuando se venderán en un soporte físico estropeado que no permita hacer copias y del que los empresarios de la música sacarán igualmente tajada.

Naturalmente no hay porqué limitarse a los jueces. Lo ideal sería ir educando también a las nuevas generaciones como consumidores responsables, y para ello el formato cómic es fantástico. ¿Nunca os habeis tragado una bazofia de historia sólo porque venía en viñetas? Pues si encima llevan un mensaje interesante o trasgresor... Molaría. Imaginad una historia interesante donde aparezcan los personajes citados antes, meteis unos cuantos chistes, ¿algo de erotismo también?, luego abandonais unos cuantos ejemplares a la puerta de los institutos y ya teneis un adoctrinamiento masivo barato. Si además aparece una dirección de donde descargarse nuevos episodios, perfecto. Funciona el boca a boca y, o os denuncian, o triunfais. Hay que educar a la infancia antes de que lo hagan los otros, hay que darle visibilidad a nuestras posturas ante los más jóvenes, que afortunadamente son ya los más comprometidos con la sociedad y los menos materialistas, los que más desprecian las hipocresías empresariales.


PD: ¿Puede haber postdata en una entrada de blog? Aquí sí, que no hay reglas escritas.

Lo de trabajar una vez y por ello disfrutar de ventajas para siempre es muy español, pero no por ello es la actitud correcta. Se debe educar desde el principio a los niños con la idea de que el trabajo honrado con esfuerzo produce mayor satisfacción que la especulación en bolsa. Lo demás es cuento.

Otra actitud equivocada es el desprecio por el trabajo manual. ¿Os dais cuenta de que cuando en televisión quieren mostrar a un triunfador eligen cualquier profesión donde lo que más cuenta es tener alguna buena idea en algún momento crítico en vez de un trabajo del montón? Digamos que aparece un jefe que tiene que tomar decisiones importantes con pocos datos y mucha intuición, un corredor de bolsa que maneja pasta suya y ajena en base a sus corazonadas, un abogado que tiene que pelear intelectualmente para librar a alguien de la cárcel... y no un tendero, aunque sea el propietario del negocio. ¿Y qué mayor triunfo en España que ser pequeña empresa?