Recordatorio, porqué estoy aquí
He decidido que cada cierto tiempo voy a publicar una anotación-recordatorio, tanto para mí como autor como para algún posible lector despistado, indicando objetivos a corto y medio plazo del blog. Me servirá para recordar lo que es importante aquí y ahora, y mantener centrada mi atención. Algún día me servirá también para llamarme ingenuo.
La primera declaración de intenciones fue en la primera anotación.
Ahora mismo, si tengo que definir este espacio diría que todavía busco dar ideas y que alguna fructifique. Mis intereses sin embargo han variado. Me he dado cuenta de que hablar del negocio de la música me pone de mal humor. Veo que cualquier movimiento que hacen es siempre para mayor gloria del reverso tenebroso, veo que llevan una máscara que no les encaja bien y se les cae al hablar de dinero, veo que controlan lo que le llega a la opinión pública y que pueden comprar opiniones, veo que hacen presión sobre los políticos hasta que estos les comen en la mano... Claro está, todo son apreciaciones mías y de unos pocos miles de pirados más. Y como trato de ser positivo y de mejorar mi úlcera, los ignoro por un tiempo.
Ahora lo que me gustaría es ayudar a mejorar la vida de mi entorno cercano, de mis conciudadanos, poder producir cambios en la forma de vivir la ciudad. Yo, el apátrida confeso, que lo mismo me da vivir en la ciudad de mi familia o a 500 kilómetros de distancia. Quiero trabajar en favorecer el crecimiento del concepto de participación ciudadana, donde cada uno puede acercarse a la administración local y decir "se me ocurre que podríamos hacer..." y que no se rían de él. Quiero dar ideas para educar en valores de urbanidad a los niños, nada de buenos modales o de lavarles el cerebro con tonterías de ser buenos porque sí, sino para que puedan pensar en la vía pública y la relación con los demás como una extensión de su casa y su familia. Utilizar la ciudad como una zona controlada de experimentación para que lleguen a ser adultos responsables.
En ese sentido, en el de darles un papel más allá del de depredadores inconscientes, iban las anotaciones anteriores:
Las otras anotaciones, aunque relacionadas con nuestra responsabilidad como ciudadanos, están más cerca de la batalla contra los que se creen propietarios de la propiedad intelectual (como si eso fuera posible) y se reservan el derecho a explotarla, excluyendo a todos los demás. Si no estás en el tema, trátalas con precaución, para que no te lleves una impresión equivocada. No soy un radical aunque incluso haya intentado reescribir leyes. Soy una persona normal, enfadada.
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La primera declaración de intenciones fue en la primera anotación.
[...] Así que citaré legislación que no conozco, ofreceré ejemplos cogidos por los pelos, buscaré alternativas extravagantes para las respuestas más sencillas, simplificaré las cosas hasta el absurdo... todo ello con la intención de que a alguien le inspire una sola idea afortunada y llegue a sacarla adelante.
Ahora mismo, si tengo que definir este espacio diría que todavía busco dar ideas y que alguna fructifique. Mis intereses sin embargo han variado. Me he dado cuenta de que hablar del negocio de la música me pone de mal humor. Veo que cualquier movimiento que hacen es siempre para mayor gloria del reverso tenebroso, veo que llevan una máscara que no les encaja bien y se les cae al hablar de dinero, veo que controlan lo que le llega a la opinión pública y que pueden comprar opiniones, veo que hacen presión sobre los políticos hasta que estos les comen en la mano... Claro está, todo son apreciaciones mías y de unos pocos miles de pirados más. Y como trato de ser positivo y de mejorar mi úlcera, los ignoro por un tiempo.
Ahora lo que me gustaría es ayudar a mejorar la vida de mi entorno cercano, de mis conciudadanos, poder producir cambios en la forma de vivir la ciudad. Yo, el apátrida confeso, que lo mismo me da vivir en la ciudad de mi familia o a 500 kilómetros de distancia. Quiero trabajar en favorecer el crecimiento del concepto de participación ciudadana, donde cada uno puede acercarse a la administración local y decir "se me ocurre que podríamos hacer..." y que no se rían de él. Quiero dar ideas para educar en valores de urbanidad a los niños, nada de buenos modales o de lavarles el cerebro con tonterías de ser buenos porque sí, sino para que puedan pensar en la vía pública y la relación con los demás como una extensión de su casa y su familia. Utilizar la ciudad como una zona controlada de experimentación para que lleguen a ser adultos responsables.
En ese sentido, en el de darles un papel más allá del de depredadores inconscientes, iban las anotaciones anteriores:
- La Navidad y la ciudad
- ¿Cuánto dinero es necesario para vivir sin trabajar?
- Por una publicidad responsable
- Mi querida ciudad digital
- Educar a la infancia en civismo utilizando pegatinas
Las otras anotaciones, aunque relacionadas con nuestra responsabilidad como ciudadanos, están más cerca de la batalla contra los que se creen propietarios de la propiedad intelectual (como si eso fuera posible) y se reservan el derecho a explotarla, excluyendo a todos los demás. Si no estás en el tema, trátalas con precaución, para que no te lleves una impresión equivocada. No soy un radical aunque incluso haya intentado reescribir leyes. Soy una persona normal, enfadada.