lunes, diciembre 12, 2005

Recordatorio, porqué estoy aquí

He decidido que cada cierto tiempo voy a publicar una anotación-recordatorio, tanto para mí como autor como para algún posible lector despistado, indicando objetivos a corto y medio plazo del blog. Me servirá para recordar lo que es importante aquí y ahora, y mantener centrada mi atención. Algún día me servirá también para llamarme ingenuo.

La primera declaración de intenciones fue en la primera anotación.

[...] Así que citaré legislación que no conozco, ofreceré ejemplos cogidos por los pelos, buscaré alternativas extravagantes para las respuestas más sencillas, simplificaré las cosas hasta el absurdo... todo ello con la intención de que a alguien le inspire una sola idea afortunada y llegue a sacarla adelante.


Ahora mismo, si tengo que definir este espacio diría que todavía busco dar ideas y que alguna fructifique. Mis intereses sin embargo han variado. Me he dado cuenta de que hablar del negocio de la música me pone de mal humor. Veo que cualquier movimiento que hacen es siempre para mayor gloria del reverso tenebroso, veo que llevan una máscara que no les encaja bien y se les cae al hablar de dinero, veo que controlan lo que le llega a la opinión pública y que pueden comprar opiniones, veo que hacen presión sobre los políticos hasta que estos les comen en la mano... Claro está, todo son apreciaciones mías y de unos pocos miles de pirados más. Y como trato de ser positivo y de mejorar mi úlcera, los ignoro por un tiempo.

Ahora lo que me gustaría es ayudar a mejorar la vida de mi entorno cercano, de mis conciudadanos, poder producir cambios en la forma de vivir la ciudad. Yo, el apátrida confeso, que lo mismo me da vivir en la ciudad de mi familia o a 500 kilómetros de distancia. Quiero trabajar en favorecer el crecimiento del concepto de participación ciudadana, donde cada uno puede acercarse a la administración local y decir "se me ocurre que podríamos hacer..." y que no se rían de él. Quiero dar ideas para educar en valores de urbanidad a los niños, nada de buenos modales o de lavarles el cerebro con tonterías de ser buenos porque sí, sino para que puedan pensar en la vía pública y la relación con los demás como una extensión de su casa y su familia. Utilizar la ciudad como una zona controlada de experimentación para que lleguen a ser adultos responsables.

En ese sentido, en el de darles un papel más allá del de depredadores inconscientes, iban las anotaciones anteriores:



Las otras anotaciones, aunque relacionadas con nuestra responsabilidad como ciudadanos, están más cerca de la batalla contra los que se creen propietarios de la propiedad intelectual (como si eso fuera posible) y se reservan el derecho a explotarla, excluyendo a todos los demás. Si no estás en el tema, trátalas con precaución, para que no te lleves una impresión equivocada. No soy un radical aunque incluso haya intentado reescribir leyes. Soy una persona normal, enfadada.
Ver anotación completa...

La Navidad y la ciudad

Acabo de regresar de mi ciudad donde he pasado este fin de semana. Cómo no, en las vías principales ya están puestas las típicas luces de fiesta que se supone visten las calles, aparecieron al mismo tiempo que los turrones en los supermercados, y que quedarán con nosotros hasta mediados de Enero. Supongo que sabéis a cuáles me refiero. Sobre un esqueleto de alambre se van situando bombillas de colores, a veces con diferentes temporizaciones, de manera que el conjunto de forma y color quede estético, y luego se eleva sobre la calle sujetándolo a las fachadas. A veces el efecto deseado no se obtiene con un sólo conjunto sino con la repetición de los motivos en toda la calle. Siempre me ha llamado la atención, sin embargo, que la mayor parte de los motivos que se utilizan en esos conjuntos de luces son trivialidades, feas como el demonio y que parecen estar hechas por un chaval de 3 años estrenando rotuladores: una campana de luz con el badajo por fuera, una estrella de cinco puntas con una cola de tres, el perfil de un abeto, un recuadro con un trazo intermedio de otro color simulando un regalo empaquetado, supongo, y otros mucho más extraños, la forma cristalizada de un copo de nieve, o manchas que me resultan ya irreconocibles. Bueno, y los eternos mensajes Feliz Navidad y Felices Fiestas.

Este año parece que el ayuntamiento ha renovado algunos juegos de luces y algunos diseños, sin eliminar realmente los que más me disgustan. Probablemente los han sustituido porque las anteriores se caían a trozos, o les cortocircuitaban algo o algún motivo igual de patético. A fin de cuentas se trata de recordarle a todo el mundo que debe empezar ya a comprar (una asociación de comerciantes, por lo menos, se encarga de decorar su zona) y para eso lo mismo valen cuatro líneas que cinco. Es una asociación de ideas a la que nos vienen acostumbrando desde siempre. La gente mira hacia arriba, ve las luces, y piensa: "¡Ah! Navidad... ¿Qué puedo regalar esta vez?".

Pero cada vez que veo los adornos se me ocurre que se está perdiendo una magnífica oportunidad para permitir que los niños lleguen a identificarse con la ciudad, que vean que se cuenta con ellos. Veréis. Ahora los adornos se hacen con tubos transparentes y semirrígidos de luces de colores, como componentes de un mecanno moderno. Pues se podría dejar que los chavales hicieran algunos diseños, y que los mejores fueran construidos y expuestos en alguna calle. Estoy convencido de que no serían peores que los actuales, atraerían a toda la ciudad a esa calle para verlos por lo menos una vez, y sería un ejemplo excelente de participación ciudadana.

Claro que eso supondría un esfuerzo no nulo por parte de la administración. Lo que quiero decir es que hoy día no sería complicado repartir un CD a los pequeños, tal vez un live-cd, con un programa para diseñar estos adornos navideños. Sería algo intermedio entre un programa de dibujo vectorial y un simulador de estructuras, ya que además de marcar la malla de alambre y los segmentos de luces, a lo mejor con sus temporizadores, podría calcular la resistencia del conjunto basado en el número de nodos, peso y conexiones. Todo ello muy sencillito para que no asuste a nadie. Con la posibilidad de animar las luces sobre la foto de su destino final, simular condiciones de niebla, imprimir el resultado, o enviarlo por correo a los responsables del concurso. Y en próximas ediciones se podrían añadir los diseños enviados como una librería de ejemplos. No hay nada que ilusione más a un chaval que ver que se valora su trabajo, y si se mete en un CD y se hace un centenar de copias, será feliz. Por el software que no se preocupen. Es fácil, y creo que incluso yo mismo podría hacerlo en cosa de un mes. Así que un profesional lo haría mejor en menos tiempo. Pero claro, creo que nadie en la administración aceptaría pagar por algo para después regalarlo, ya que lo de promocionar la imagen de la ciudad simplemente porque sí no lo he visto en ningún sitio. Alternativamente una empresa privada o una asociación vecinal serían alternativas, pero como no tienen la capacidad de decidir qué adornos poner en la vía pública estarían limitados a áreas o fachadas concretas.

Id pensándolo. Tenemos tiempo hasta el año que viene.
Ver anotación completa...

lunes, diciembre 05, 2005

El reto... actualización

Me avergüenza un poco decirlo, pero aún no tengo datos del reto de las 1000 palabras. El planteamiento parece tan sencillo que me ha sorprendido que me esté costando tanto sacarlo adelante. Lo cierto es que ya sabía que procesar automáticamente un idioma como el castellano no es tarea trivial. Está lleno de términos homógrafos que dificultan la tarea de clasificar de modo independiente del contexto y sin diccionarios, como yo quería, y la conjugación verbal es cualquier cosa excepto cómoda y regular. Pero no busco exactitud, sino poder coger un texto sencillo y decir, más o menos, qué verbos y qué sustantivos hay.

He hecho progresos, claro, pero el método sencillo que se me ocurrió se basa grosso modo en comparar palabras con máscaras preseleccionadas (expresiones regulares) para asignarles una etiqueta (en varios pasos encadenados, uno por cada categoría de palabra) y está dando resultados bastante pobres. Supongo que seguiré intentándolo un poco más, pero si en dos semanas no vuelvo a citar el tema es que lo he dejado de lado definitivamente.
Ver anotación completa...

Análisis de mi uso del blog

¡Aniversario! Llevo 20 anotaciones ya, y todo el mundo sabe que el 20 es un número especial que merece la pena celebrarse. Resulta que es el menor número de dos dígitos superior al diecinueve, ya sabes, la década conflictiva. Llegar al mismo supone una especie de compromiso, como si ahora fuera más fácil no terminar dejando morir a la criatura por aburrimiento... algo así. Y para celebrarlo, a falta de algo con más interés social, ahí va un poco de ego-umbilicalismo (sí, una anotación para mirarse el ombligo).

Cuando comencé a escribir en el blog mis objetivos eran muy modestos y personales: recuperar el gusto por la escritura, establecer un ritmo regular en la vida, acostumbrarme a las críticas (algo que siempre me ha costado) y desahogarme de vez en cuando de pequeñas frustraciones. Bueno, para algo me ha servido. A día de hoy me siento más confiado con mis capacidades, que no mi estilo, de lo que estuve tras ningún taller de escritura. No es que haya mejorado espectacularmente, pero ahora consigo mantenerme centrado en las ideas básicas del tema. Y ya no me resulta sorprendente el decidir sentarme y escribir 20000 palabras de un tirón (más bien, unas 800). Se lo recomiendo a todo el mundo.

Una vez decidido a empezar con un blog, pasar de ser lector a autor, elegí Blogger porque pertenecer a Google le daba un cierto prestigio. Sin embargo, este servicio concreto lo tienen bastante descuidado y faltan detalles que ya son estándar entre los blogs. Función de autoresumen, para que no toda la anotación aparezca en portada, que me deje editar los enlaces permanentes, porque al eliminar directamente los caracteres acentuados los deja irreconocibles, trackbacks, para hacer seguimiento de estas anotaciones en otros blogs, poder editar mis propios comentarios, poder asignar categorías o etiquetas a las anotaciones para buscarlas después... unos detalles. Una de las primeras cosas que pensé que cambiaría es la plantilla estándar de Blogger, porque es muy sobria, está muy vista y optimizada para una resolución de 800x600. Pero, aparte de modificarla para que soportara autoresumen, no lo he hecho nada porque supone demasiado esfuerzo entender la hoja de estilos y conseguir construir lo que se diseña sobre papel. Y ahí quedó. A fin de cuentas con los lectores Atom/RSS el aspecto externo ya no importa, sino el contenido.

Como curiosidad, el título del blog no tiene significado alguno. Simplemente había que elegir uno. Empezó siendo "Jaleo Mental", se transformó en "Jaleo Demente" e hizo una pirueta para terminar como "Jalea de Menta", con un cierto aire gastronómico, pero el mismo contenido: civismo, participación ciudadana, mejorar la calidad de vida desde la colaboración, ética y solidaridad en el entorno de la ciudad... va por esa línea.

Escribo durante el fin de semana, una o dos anotaciones, y espero hasta el lunes para publicarlas. En casa no tengo conexión a Internet, así que los enlaces los tengo que localizar poco antes de publicar y a veces no son los más relevantes, y tengo que confiar en la memoria para meterlos en el texto. Por tanto, aunque las anotaciones resultantes me salen muy largas, nunca las termino de ver completas. De hecho, una vez publicadas, durante un par de días las sigo modificando. Intento que lo que publico sea original, derivado por algo que ahora esté sucediendo y que pudiera ser hecho de otra forma. Como decía en alguna ocasión, me gustaría provocar alguna idea original en lugar de sólo recoger y reciclar las ideas de otros. Las anotaciones empezaron como reacción a la lucha (¿subterránea?) por el control de lo que se llama propiedad intelectual, abuso y falsificación de las regulaciones para limitar los derechos de los consumidores incluso a través del lavado de cerebro de las masas (y la reeducación de los jueces). Pero me gustaría que evolucionaran para tratar temas de utilidad inmediata en la ciudad ¿has visto la anotación de las pegatinas? Pues así. Y utilizo los comentarios para completar la anotación, dar información relacionada que encuentro más adelante, ya que parece que soy el único que se anima a usarlos. Al cabo de un tiempo dejo de buscar contenidos relacionados y la entrada pasa a modo "estable".

Lo que pasa es que ahí fuera hay blogs de una excelente calidad, al lado de los cuales lo que escribo no vale gran cosa. Una de las primeras reglas para escribir en un blog es hablar de lo que se conoce, y también es una de las primeras que incumplo. No soy más ciudadano que cualquier otro. Y tampoco participo mucho, así que aporto mi granito de arena animando a los demás a participar. Supongo que ésta es una de esas veces donde la intención es lo que cuenta.

Bueno, todo este rollo para decir que ya llevo 20 anotaciones. ¡Imaginad la ilusión que me hará llegar a 50!
Ver anotación completa...

jueves, diciembre 01, 2005

Cultura libre es mucho más que música gratis

No me puedo resistir a copiar tal cual una entrada de República Internet, breve y directa: "Cultura libre es mucho más que música gratis". Autor Nemo, licencia CC.

La cultura libre es mucho más que acceso gratuito a productos de consumo de la industria del entretenimiento. Es mucho más que adolescentes obesos encadenados a un monitor. Es mucho más que discusiones estériles sobre una revolución que ya ha triunfado. Es mucho más que engañar a la gente con penas de cárcel que nunca dictará ningún juez.

La cultura libre es agricultura libre de patentes sobre semillas. Es medicina libre de patentes sobre medicamentos esenciales. Es utilizar Internet para hacer saltar la banca y entregar el gran premio a los que nunca pudieron entrar en los casinos, a aquellos a los que les importa una mierda el divx o el mp3.

Vean si no cómo se llena la boca el responsable de la factura farmacéutica que han de pagar los enfermos españoles. Sus argumentos son los mismos que los de la industria discográfica, con una pequeña diferencia: nadie ha muerto nunca porque le falte un mp3.

Ver anotación completa...